Thursday, December 28, 2006

Tan parecido a la muerte

Justo cuando caimos al suelo
El polvo nos cubrió
Y nos sujeto por el cuello
golpeandonos contra la pared
Son fragmentos de secretos
Tragedias de comedias
Llantos de risas falsas

Tú debiste ver
La verdad que nos rodeaba
Tirados sobre el concreto
-Yo realmente te busqué-

Todo se llenó
Con telarañas de labios sellados
Que buscaron palabras para explicar
Cómo un día vivimos la realidad
Pues todo es una maldita tragedia
Todas nuestras sonrisas son falsas
Estamos tirados en el concreto
Sin alma y sin fe

Tú debiste ver el arma
Ocre sobre el mostrador
Debiste ver todo el dolor
Que me sujeta contra la pared

Fragmentos de secretos
Caminos que siempre terminan igual
Labios sellados y ojos desorbitados
que nunca descansan
Son tan parecidos a la muerte
-Tan parecidos-

Tuesday, December 26, 2006

Tu tristeza

Cuéntame los ojos hasta mirarte. Cuenta esta noche y sus latidos. Cuenta también toda esta ternura. Yo vengo desde lejos y arrastro para mi bien (o para mi mal), un largo y hermoso llanto, una pena sin derrota, y el corazón furioso del que pretende, siempre, el infinito. Tú me sabes más en mi silencio, y es que me oculto sólo para esperarte, y me engaño torpemente para medir esta carga solitaria en mis besos desgarrados. Perdona mi lenguaje que pretende asirse al dogma de la duda. Y es que soy tan sólo una mujer, una más en la multitud incandescente. Pero una que no brilla, una que se apaga, esperando descifrar los símbolos que se esconden detrás de tu tristeza.

Monday, December 18, 2006

Escribo para ti

Escribo para ti a falta de las noches
cuando te sueño en efímeros perfiles.
Escribo para que no te apagues,
aunque la visión se encierre sin ideas.
Cabe la certeza de que no seas más
que un verso que exige una esperanza.
Aún así, soplo a la distancia desnuda
como si mi aliento pudiese
alimentar el fuego, forzar la razón
y volver a imaginarte.
Entonces es cuando soy
lo que escribo para ti.

Tuesday, December 12, 2006

Elegiste el camino

Elegiste el camino
del dolor y la melancolía
y llevas tanto tiempo
disfrazándote de alguien que ya no eres,
y tanto acariciando
el desgastado pomo de la duda
que acabarás olvidando tu nombre.

Y miras en el fondo de tu copa de vino
como mueren las horas
y te sorprende
-entre el incierto poso de la perplejidad-
descubrir
que esos rostros de al lado
tampoco son felices.